miércoles, 21 de noviembre de 2012

Crónica de la Carrera de la Solidaridad

Sexta semana consecutiva compitiendo. Ya sólo me falta una más para terminar esta temporada y poder disfrutar de un merecido descanso de diez días en los que quiero y voy a desconectar del todo. Sé que me costará, pero es muy necesario después de muchos meses cargados de esfuerzo y trabajo. Pero ahora a lo que vamos. El domingo la cita era en la Casa de Campo de Madrid para participar en la Carrera de la Solidaridad, este año en colaboración con Acción contra el Hambre. La verdad es que siempre es bonito colaborar con los más necesitados en la medida de lo posible, pero si encima es haciendo lo que te gusta, la felicidad ya es completa.

A pesar de haber anunciado lluvia para todo el fin de semana, el día amaneció despejado y con una temperatura bastante mejor que la del día anterior, cosa que agradecí porque durante las dos últimas semanas me he mojado mucho tanto entrenando como compitiendo. Ya era hora!

A las ocho y media Arancha y yo habíamos quedado con Javier, que nos pasaría a recoger, para ir a la salida desde Fuenlabrada. A esas horas de un domingo da gusto circular en coche por Madrid. No tardamos nada. Recogí el dorsal en un momento y pudimos dar un paseo tranquilo alrededor del Lago antes de empezar a calentar un poco. Iba con la idea de que no sería una carrera demasiado multitudinaria pero me equivoqué. Entre la carrera de 5 y la de 10 kilómetros nos juntamos más de 1.300 corredores. Casi nada.

A falta de una media hora para la supuesta salida, empecé a trotar un poco. A pesar de no notarme especialmente cansado ni dolorido de los 20km del día anterior, me sentía pesado. Las piernas no estaban todo lo frescas que me hubiera gustado pero eso era lo que había. Con eso, tenía claro que no era el día de hacer experimentos ni forzar nada en absoluto. La idea era rodar lo más rápido posible dentro de la comodidad. Además, el recorrido tenía cierto desnivel y no era propicio para marcas.

Cinco minutos antes de las diez (hora prevista para la salida), me fui colocando en la línea de salida. A esa hora todavía había mucha gente recogiendo el dorsal, la camiseta, dejando las bolsas... por lo que estaba claro que la cosa se retrasaría. Entre unas cosas y otras, la carrera comenzó con más de veinte minutos de retraso.

Al haberme colocado casi delante del todo, salí bien. A pesar de la multitud que éramos no tuve problemas para correr a mi aire en todo momento y sólo me hizo falta hacer los primeros metros a un ritmo medio competitivo para saber que no iba a conseguir un gran resultado. Como en el calentamiento, notaba las piernas lentas y pesadas, pero daba igual, eso era lo que había y no quedaba otra que amoldarse a las circunstancias. Primeros tres kilómetros de ligero ascenso a buen ritmo: 4'06", 4'14" y 4'06" respectivamente. Pasado el kilómetro tres, subida bastante más dura que me cortó totalmente el ritmo. Ahí aún noté más la falta de frescura. Pasé como pude el cuarto kilómetro en 4'43" pero me pasaría factura en los kilómetros siguientes. A partir de ese momento dejamos un rato el asfalto y empezamos a correr por caminos de tierra. El recorrido era ameno, sobre todo para mí que no había corrido nunca por la Casa de Campo. Además, el buen día que hizo contribuyó bastante. Como decía, el cuarto kilómetro me pasó factura y los dos siguientes, con ligeras subidas pero casi llanos los hice en 4'25" y 4'22" y gracias. Ya habíamos subido  casi todo lo que teníamos que subir (a falta de algún tobogan más) y empezaba la parte más divertida con los últimos cuatro kilómetros de bajada y con unas vistas espectaculares a Madrid. Empezaban así unos minutos dulces en los que uno disfruta plenamente de lo que hace. En esos momentos subí el ritmo por inercia, dejándome llevar y hasta sentí las piernas bastante más ligeras. Séptimo kilómetro en 4'11" y octavo en 4'15" pasando el último tobogan. Ahora sí que sí, sólo dos kilómetros por delante y un recorrido totalmente favorable. Un corredor que venía desde atrás se enganchó a mí y compartimos los últimos metros. Fuimos rodando rápido pasando el noveno kilómetro en 4'04". La última bajada que nos llevaba a la recta de meta era más pronunciada y nos permitió correr muy rápido. En algún momento el reloj me llegó a marcar un ritmo de 3'13"/km. Lo mejor de todo es que iba cómodo ayudado de la fuerte pendiente, claro. Según el Garmin no llegaron a ser 10 km y nos quedamos en 9,87, pero esos últimos casi mil metros nos salieron a una media de 3'30"/km. Al final, llegamos a meta juntos con un tiempo de 41'29" (resultados) quedando en la posición 47 de 865 llegados a meta (30º de mi categoría). Buen entreno a un ritmo un peco por encima del que pretendo llevar el domingo en la Mitja de Tarragona, donde no encontraré esos desniveles ni llegaré tan cansado.

En resumen, una carrera muy agradable en la que disfruté mucho y que me sirvió para poner fin a una semana con casi 80 km en las piernas. Como he dicho antes, para la ocasión nos acompañó Javier, que tuvo el detalle de madrugar para venir a la carrera. Además, grabó un par de vídeos con la salida y mi llegada a meta. Muchas gracias! Para terminar, como siempre, dejo las fotos que hizo Arancha, los vídeos que comentaba y los resultados del Garmin con los detalles de la carrera.










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