Crónica de la Mitja de Salou

Dos semanas después de correr la Mitja de Tarragona, me presentaba en la de Salou dispuesto a encararla con un planteamiento totalmente diferente. Desde el principio tenía claro que no quería sufrir y que lo único que buscaba era seguir sumando kilómetros y empezar a adaptarme a los ritmos que, en principio, quiero llevar en el Maratón de Barcelona. Por todo ello y aprovechando que había liebre de 1h30’, la idea era ir tranquilo a ese ritmo y disfrutar de la carrera sin más preocupaciones. Pero como casi siempre, esto de intentar calcularlo todo no siempre sale bien, a veces las cosas se tuercen y otras veces, las menos, tienes un día en el que te sientes genial y lo previamente planteado te sabe a poco. Eso es lo que me pasó el domingo. Desde el inicio de carrera y sin forzar en ningún momento (incluso saliendo desde atrás y corriendo lento los primeros metros), me sentí muy cómodo rodando a un ritmo relativamente alto y no lo quise desaprovechar.

El día amaneció nublado y aunque había llovido algo durante la noche, no se esperaba lluvia y tampoco viento, cosa que se agradeció mucho. Al haber recogido el dorsal el día antes, Arancha, Iker y yo llegamos bastante justos de tiempo y apenas calenté un par de minutos. Antes de empezar saludé a Xavi, a Joanra y a Raúl y poco después nos fuimos a colocar en la salida. No éramos muchos pero Raúl y yo (que teníamos el mismo planteamiento) nos situamos más atrás de lo deseado, por detrás de la liebre de 1h50’. En este caso no me importaba tanto porque no tenía pensado empezar fuerte pero hay que reconocer que las salidas así siempre son más complicadas. Por suerte no hubo que lamentar caídas pero tardamos unos cuantos metros en correr a gusto. Pasados esos pequeños apuros para encontrar nuestro sitio, enseguida nos enganchamos al grupo que iba con la libre de 1h30’ como teníamos previsto, que empezó a un ritmo algo más rápido. Nos adaptamos sin problemas y después de hacer los primeros tres o cuatro kilómetros a un ritmo medio muy cercano a 4’/km y notarnos francamente bien, decidimos seguir así y poco a poco ir distanciándonos del grupo. Los diez primeros kilómetros fueron bastante llanos pero algo aburridos, corriendo por una zona de Salou desierta y prácticamente sin animación. Aún así, me pasaron volando y lo mejor, sin un rastro de cansancio ni de bajón en el ritmo. Casi igual que en Tarragona pero disfrutando mucho más, pasamos el 10.000 con un parcial de 39’41” (aunque en realidad fue algo más corto). Como el que no quiere la cosa nos plantamos en la mitad de carrera y llegaba el tramo más entretenido y a la vez más duro, con constantes subidas y bajadas. Desde el paseo Jaime I tomamos la carretera de salida de Salou en dirección a la Pineda donde nos esperaba una de las subidas más complicadas del día entre los kilómetros doce y trece. A mí me podían las ganas y Raúl prefería ser un poco conservador, pero creo que entre los dos alcanzamos un término medio y subimos a bastante buen ritmo ganando alguna que otra posición (ahí adelantamos a la primera chica) pero reservando un poco para el final.

Pasado el kilómetro catorce llegamos a La Pineda y dimos un giro de 180º en una rotonda. Ahora sí, ya sólo faltaba encarar la última y probablemente la gran subida de la Mitja en la zona del Cap Salou para después hacer los últimos kilómetros en ligera bajada. Manteniendo la dinámica de toda la carrera, el Cap Salou no se nos dio nada mal y sin apretar seguimos ganando varias posiciones. Hecha la subida ya casi lo teníamos todo hecho. En ese momento y a falta de unos cuatro kilómetros, decidimos aprovechar la inerca de la bajada para acelerar un poco. Yo seguía notándome genial, sin un pequeño síntoma de cansancio ni de esfuerzo y con ganas de terminar fuerte. Así, enseguida nos pusimos a un ritmo por debajo de 4’/km y nos volvimos a dirigir hacia el paseo, donde Arancha estaba esperando con su cámara. Recorrimos todo el paseo en dirección al puerto deportivo y casi al final, nuevo giro de 180º para, posteriormente, meternos por las calles de Salou en dirección a la zona de meta. A diferencia de otras veces, el último kilómetro fue el más rápido de toda la carrera pasándolo a un ritmo medio de 3’32”/km, terminando con unas sensaciones espectaculares y parando el crono en 1h25’18” en una carrera que se hizo realmente corta y amena. Creo que ya lo he dicho, pero hacía tiempo que no disfrutaba tanto corriendo. La clasificación fue un poco lo de menos, aún así, contento con ese 66º puesto de 539 participantes llegados a meta.

Pasados los días y analizando un poco la carrera que me salió, pienso que quizás hubiera sido una buena oportunidad para haber apretado un poco más y buscar marca personal, algo que siempre motiva. Estoy casi convencido que lo hubiera logrado aunque también hay que ser realistas y, de la misma forma que dije que en la Mitja de Tarragona sobraron entre 300 y 400 metros, en Salou faltaron al menos 200 y eso se nota en el tiempo final. Pero bueno, la conclusión y el aprendizaje que me llevo es que ahora mismo a un ritmo de 4’/km corro muy cómodo y que ese ritmo me da de sobra para ser sub 3 horas en maratón. Sólo falta saber cuantos kilómetros puedo aguantar cómodo así pero tengo aún muchas semanas por delante para averiguarlo y para mejorarlo. Y además, también saco la conclusión que lo de apretar en exceso los primeros kilómetros no es efectivo, y menos para carreras de más de 10 km porque luego se acaba pagando.

En cuanto a los miembros del USK Team, ese grupo de personas (o más bien personajes) que se ha creado casi espontáneamente alrededor de nuestro entrenador Òscar, decir que todos acabamos contentos. Marca personal en medio maratón para Raúl, para Joanra y para Xavi y buen resultado para David, que poco a poco va recuperando la forma. Y además, nueva marca personal para Carles (ese crack al que tengo la suerte de entrenar, por llamarlo de alguna forma) que después de hacer 1h27’ en Tarragona consiguió bajar de 1h24’ en Salou.

Para terminar, os dejo varias fotos de Arancha y de la organización y los resultados del Garmin. Ahora ya toca pensar en los 10k del próximo domingo en Aranjuez donde trataré de conseguir marca personal. Seguro que será una carrera agónica pero si las circunstancias son favorables (sin mucho frío, ni viento, ni lluvia) espero obtener un gran resultado.