miércoles, 30 de mayo de 2012

Crónica Half Challenge Barcelona-Maresme

Empecemos con la crónica del Half Challenge Barcelona-Maresme. Será una crónica "feliz" como pedía en mi última entrada ya que no sufrí ningún contratiempo importante y conseguí un resultado acorde con prácticamente todo lo que dije que esperaba en la previa. En ocasiones como esta hay mucho que contar más allá de la carrera y aunque intentaré ser breve para no aburrir, no me quiero olvidar de las muchas cosas vividas durante todo el fin de semana. Vamos allá.

El sábado por la mañana, después de preparar todo el material la noche antes, nos fuimos bien pronto dirección a Calella mis padres, Nuria y Aleyois, Arancha y yo. Antes de las diez ya estaba en la entrega de dorsales así que nos ahorramos colas y lo pudimos recoger en un momento. A continuación, briefing en la Sala Mozart donde nos dieron todas las explicaciones necesarias para la carrera y al hotel. Una vez allí, preparación del material en las bolsas facilitadas por la organización y sobre las dos de la tarde, vuelta a la zona de salida para hacer el check in de la bicicleta y dejar cada bolsa en su sitio. Hecho esto, sentimiento de alivio importante. Ya estaban todos los trámites hechos y sólo faltaba descansar lo máximo posible y pensar exclusivamente en la carrera. A lo mejor es una tontería y me pasa por novato, pero hasta que no tengo todas estas cosas hechas estoy bastante inquieto, por no decir nervioso. Después de dejarlo todo listo, comida, tarde de relax en el hotel y pasta party. Antes de las diez y media ya estaba en la cama descansando.






El domingo, despertador a las 5:45 de la mañana, desayuno con el estómago cerrado y algo nervioso y rápidamente nos vamos a la salida a terminar de prepararlo todo. Antes de ponerme el neopreno entro un momento en boxes para revisarlo todo por última vez y a ponerme un bidón de Gatorade en la bici por si acaso. Me quedo tranquilo al comprobar que todo está en orden. Se acerca el momento. Falta menos de media hora para la salida así que empezamos a ponerme el neopreno y a visualizar el recorrido de natación. Desde la playa parece interminable... Tenemos suerte del día que hace, no hay ni una ola y todo indica que la natación será relativamente cómoda, algo es algo. Apenas caliento y cuando ya tengo colocado el traje me despido de todos y me voy al cajón desde donde van dando las diferentes salidas. Ahora sí que sí, no hay vuelta atrás.

A las 8:15, tal y como estaba previsto, dan la salida de nuestro grupo de edad (30-34) y nos lanzamos al agua. La noto un poco fría al principio pero eso es lo que menos importa. Me centro en empezar tranquilo, llevar bien la respiración, intentar no tragar agua y no desviarme demasiado de las boyas. Como es lógico, al principio cuesta nadar y encontrar huecos y los primeros metros se hacen incómodos. A los 200 metros, primer giro a la derecha sin problemas. Voy bien pero soy conservador porque esto es largo y no quiero forzar más de la cuenta. Conforme pasan los minutos voy sintiéndome más relajado. He cogido un ritmo cómodo y nado sin demasiado esfuerzo, aunque, eso sí, estoy deseando salir del agua ya! Otros 500 metros más y otro giro, esta vez a la izquierda. Pasamos otro tramo de 150 metros más para volver a girar y encarar la recta más larga del recorrido (750 m). En ese momento tenemos el sol de cara y cuesta un poco más orientarse. A esas alturas cada uno ha buscado su sitio y voy prácticamente solo. Durante la recta me sorprendo al adelantar a algún nadador con el gorro verde (policías y bomberos; con la salida antes que nuestro grupo de edad) aunque también veo a algún gorro azul, que salieron después de nosotros, adelantándome. Al terminar esta recta, ya sólo falta el último giro y encarar los últimos 300 metros lo más rápido posible. En ese momento acelero un poco. Llevo aproximadamente media hora de nado y calculo que cumpliré las expectativas que tenía de terminar alrededor de 35 minutos. No es una maravilla pero me conformo, al menos por ahora. Al salir del agua miro el Garmin, que finalmente me llegó a tiempo, y marca 35 minutos y pico aunque veo que no me ha calculado la distancia, algo he hecho mal con los nervios! Al salir, oigo a toda “mi afición” animando, cosa que agradezco mucho, me voy hacia la zona de transición y ahí pierdo bastante tiempo. Soy consciente que tengo que entrenar esos detalles. El caso es que entre que llego a mi sitio esquivando gente, me quito el neopreno, me seco un poco, y me visto de ciclista pierdo más de 6 minutos.

Empieza el sector bici por las estrechas calles de Calella en dirección a la N-II. Vuelvo a mirar el Garmin y tampoco me está calculando la distancia en bici, así que tomo como referencia el cuentakilómetros. Enseguida cojo un ritmo superior a los 30 km/h aunque tengo la impresión que voy más lento que la mayoría. Algún ciclista adelanto pero mi percepción es que me adelantan más que yo adelanto. De todas formas, no me agobio. Llevo un ritmo acorde con mis posibilidades y mis entrenamientos y no me desespero. En un tramo tranquilo, reinicio el reloj para ver si coge satélites y por fin los carga, aunque ya es tarde. El tramo de la bici ya no me saldrá entero (llevo más de 12 kilómetros recorridos) pero por lo menos lo tendré listo para el tramo a pie, donde más lo necesito. Antes de darme cuenta llego en Mataró y toca girar para volver a Calella y empezar la segunda vuelta. Durante la vuelta a Calella mi cuentakilómetros me llega a marcar una velocidad media de 34,3 km/h. Estoy contento por ello pero como he dicho antes, mi percepción es que me han adelantado muchos ciclistas y que aún hay mucho por mejorar. Voy bebiendo a cada poco y sobre la primera hora me como una barrita. Cuando llego a Calella, justo en la rotonda donde giramos para empezar la segunda vuelta, vuelvo a ver a Arancha, Ale, Nuria y mis padres. Me alegra verles y soy consciente de que se están moviendo mucho para seguirme. La verdad es que es de agradecer. La segunda vuelta, sin demasiadas novedades, sigo hidratándome bien y me como la segunda y última barrita del día. De vez en cuando veo a los jueces avisando a algún ciclista por el tema del drafting, incluso algunos llegan a discutir. Por suerte, yo no tengo ningún aviso. Ya de nuevo en Mataró, último giro y dirección a Calella para terminar el tramo ciclista de casi 90 km en algo menos de 2 horas y 40 minutos. La segunda transición la hago bastante más rápido, apenas 1 minuto y 5 segundos, y por fin llega la hora de la verdad. Toca enfrentarse a los 21 kilómetros corriendo y, aunque me sienta bien y no haya tenido la más mínima molestia en bici, tengo algo de miedo.

Empiezo a correr a un ritmo alto y el primer kilómetro lo paso a 4’10”. En ese momento no sé si por miedo, desconfianza, prudencia o una mezcla de todo, decido bajar el ritmo y rodar más cómodo entorno a los 4’30”/km. Antes de los tres kilómetros me encuentro con Óscar, compañero del Facvac Triatló, que está en plena fase de preparación para el Challenge de Roth. Nos saludamos y sigo adelante. Al contrario que en la bici, noto que corriendo no dejo de adelantar a gente. Voy cómodo y sin sufrir pero noto que poco a poco voy bajando el ritmo. Aún así, me noto bastante mejor que el resto de corredores. A pesar de la lesión y el poco entreno, la carrera a pie sigue siendo mi “punto fuerte”. A los cinco kilómetros, ya en Santa Susanna, giramos y volvemos otra vez a Calella. Empieza a notarse mucho calor pero no tengo ningun molestia en la rodilla. Voy bebiendo agua y mojándome bien la cabeza en cada avituallamiento y en uno hasta me tomo un gel. No me noto el estómago vacío ni siento que necesite gran cosa más. Casi terminando la primera vuelta me llevo otra sorpresa al ver a Pau con la cámara de fotos y animando. He visto a algún Dragon entre los participantes y me imagino que habrá venido a dar su apoyo. El caso es que, a esas alturas de carrera y a falta de todavía algo más de diez kilómetros, cualquier detalle anima. En la zona de meta vuelvo a ver a la afición colocada en diferentes sitios. Más ánimos y la moral alta para encarar la segunda vuelta. Me empiezo a notar cansado y las piernas van como van. Mi ritmo ya ha decaído a alrededor de 4’45”/km y, sinceramente, tengo ganas de terminar. La segunda vuelta se me hará dura aunque intento mantener la cabeza fría y pensar lo menos posible. No dejo de correr en ningún momento, excepto el algún avituallamiento donde aprovecho para beber agua y comer algún trozo de naranja. Al llegar de nuevo a Santa Susanna, empiezo a ser consciente que esto ya está listo. Sólo me faltan los últimos cinco kilómetros para terminar mi segundo Half, qué ilusión! Como he dicho antes, mente en blanco y a intentar correr a un ritmo medio decente para terminar. Ya en Calella, al pasar por una zona con una fuerte pendiente justo antes de entrar en los últimos metros de carrera, se me pone la piel de gallina al ver los aplausos a un paratriatleta en silla de ruedas con problemas para subir la pendiente mientras era empujado por otro corredor. Deporte en estado puro. Impresionante el valor de esta gente que no sólo son capaces de superar una prueba de esta distancia, sino que son capaces de hacerlo con unas limitaciones físicas que, de tenerlas la mayoría de nosotros, ni siquiera nos atreveríamos a intentarlo. En fin, detalles que te hacen reconciliarte con un mundo demasiado a menudo desagradable. Ya estoy, entro en un tramo estrecho con mucho público a ambos lados que me conduce justo a la alfombra roja de llegada a meta. Sólo me quedan los últimos giros. Aumento el ritmo y miro hacia delante, tanto que no veo a Arancha que me quiere chocar la mano a pocos metros de meta. Qué mal me sabe ahora no haberla visto! Finalmente, último esfuerzo y llego a meta muy contento con un tiempo de 5 horas, 3 minutos y 17 segundos. Sin duda, un buen resultado teniendo en cuenta las circunstancias pero creo que exigiéndome un poco más durante toda la competición hubiera podido mejorar. En el próximo ya no habrá excusa para bajar de esa barrera psicológica de las 5 horas...

Al final, siempre según la organización, estos fueron mis resultados:

Rubén Otero Viñals, puesto 456 de 1381 (89º del Grupo de Edad 30-34)
Natación: 35’54” (654º)
T1: 6’45”
Ciclismo: 2h37’41” (641º)
T2: 1’05”
Carrera: 1h41’53” (341º)


Igual que en Berga, hay una gran diferencia entre los sectores de natación y ciclismo respecto a la carrera a pie. Hay que empezar a exigirse un poco más en el agua y en la bicicleta. Estoy convencido que tengo bastante margen de mejora pero habrá que cambiar un poco el chip en los entrenamientos.

Antes de empezar con los agradecimientos, quería decir que la organización del Half fue impecable. Nada que criticar excepto la larga cola que hubo que hacer para retirar las bicis de boxes. Por todo lo demas, organización, recogida de dorsales, briefing, pasta party, avituallamientos, voluntarios, obsequios, cantidad y variedad de comida y bebida a la llegada,... fue genial. Probablemente la mejor que he visto hasta ahora en una carrera.

Ahora vamos con los agradecimientos. En lugar de dejarla para el final, esta vez quiero empezar por Arancha, que al fin y al cabo es la que más sufre todo esto, no sólo el día de carrera siguiéndome con la cámara, sino durante todos los meses de preparación, y que a pesar de poner (a veces) mala cara cuando algunos domingos me levanto a las seis de la mañana para irme en bici hasta la hora de comer, me sigue animando para hacer cosas como esta. Por todo eso y mucho más, MIL GRACIAS!!!  

Como viene siendo habitual, también quiero agradecer especialmente a Aleyois y Nuria, además de la compañía y los ánimos, el hecho de mantener actualizado durante todo el fin de semana mi Twitter y el evitarme de coger el coche durante los dos días. A este paso, dentro de poco sólo me tendré que preocupar de competir, casi como un pro, aunque mis tiempos dejen bastante que desear...

En esta ocasión también quiero agradecer a mis padres el hecho de habernos acompañado durante todo el fin de semana y el apoyo moral y logístico que me prestaron y a mi hermano por preocuparse a lo largo de la mañana de como iba la carrera. En momentos así, cualquier cosa se agradece y mucho.

Como siempre, otro gran agradecimiento al presi Joan Carles por el apoyo y el seguimiento de mis entrenos y los problemas físicos que he arrastrado durante tanto tiempo. Igualmente, gracias a mi entrenador Jordi por prepararme unos entrenamientos acorde con mi estado de forma y no forzar demasiado la máquina en unos meses bastante fastidiados para mí. Parece que por fin veo la luz!!!

Y en cuanto al resto de personas a las que quiero dar las gracias, a lo mejor se me olvidan algunas pero así, a bote pronto, y aunque sea por una foto, un mensaje de ánimo o un simple "me gusta" en facebook, quiero acordarme de Sara, Óscar, Suso, Pau, Eric, Edu,... y de todos aquell@s que en algún momento me muestran su apoyo de una u otra manera.

Ahora sí, para terminar (creo que me he pasado un poco) y a falta de las fotos oficiales de la organización, dejo unas cuantas fotos que resumen un día en el que te sientes y te hacen sentir especial. Ahí van:


















4 comentarios:

  1. En primer lugar, Felicitarte por la carrera. Creo que te superas cada día. Como he dicho en más ocasiones, tienes una fuerza de voluntad, unas ganas de mejorar, una ilusión por superarte…….que son admirables.

    Darte la enhorabuena por el sacrificio de entrenos, pero como ves, todo tiene recompensa y esa recompensa es cuando cruzas la meta de llegada de una carrera así.

    Gracias a ti por compartir conmigo y hacerme pasar esos momentos emocionantes, que en algún momento a una se le ponen los pelos de punta.

    Sigue así campeón, que yo estaré ahí siempre para apoyarte, poder verlo y por supuesto, disfrutarlo.

    Un besazo guapo!!!!!!!!!

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    1. Muchas gracias Arancha!!!
      No sé si me supero o no pero lo intento y soy consciente que aún me queda muchísimo por mejorar. Habrá que seguir esforzándose y a ti te tocará seguir animándome y apoyándome eh, que sin ti no sería lo mismo.

      Un besito cariño!!!

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  2. Joder Rubén!! Me has emocionado y todo!! Muchas gracias por mencionarme en tu crónica. Me llena de orgullo. Eres un verdadero crack!!! Siento mucho no haber podido estar ahí para animarte, pero quizás la próxima vez si que pueda y estaré encantado de ir.

    Que chula la entrada a meta! Y que bonita esa merecida medalla fruto de tu sacrifico.

    Ahora a recuperar un poco y a preparar la siguiente.

    Un fuerte abrazo!!!

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    1. Buenas crack, si te has emocionado ya habrá valido la pena escribir esta crónica, jeje! Te nombro porque aunque parezca una chorrada, la gente que nos dedicamos a esto sé que nos alegramos cuando los demás consiguen terminar una gran prueba, ya sea un maratón o un triatlón de este tipo. Y tranquilo que habrá más carreras en las que nos podamos apoyar!
      Gracias por el comentario.
      Un abrazo!!!
      P.D. Por cierto, el Celta ya es casi de primera no?

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