Primera carrera de la temporada superada mejor de lo previsto. Sin haber completado ni siquiera dos semanas enteras de entrenamiento, el sábado pasado me planté en la salida del Gran Fondo Tarragona dispuesto a sumar un buen puñado de kilómetros en bici. En esta ocasión, teniendo en cuenta que no estaba para mucho más, elegí la carrera "corta" de 107 kilómetros. Mi única idea era la de hacer un buen entrenamiento y tomármelo con relativa calma pensando que al día siguiente tenía que volver a competir en Riudecanyes. Y digo relativa porque una vez allí, como es lógico, te olvidas un poco del mañana y lo intentas hacer lo mejor que puedes. Reconozco que no lo dí todo, porque no tocaba y porque aún no estoy fino pero, tampoco fui a pasear.
El caso es que el sábado salí de casa sobre las siete y media y llegué a la salida aún con tiempo (todo un lujo hacer este tipo de carreras en tu ciudad). Amaneció nublado y hacía algo de fresco a la hora de la salida, pero decidí no ponerme manguitos. Después de pasar tanto calor en verano, hasta agradecí esa temperatura. En cuanto a la bici, decidí ir con la Transition más que nada por un tema de pereza. Las cubiertas de la otra bici estaban más gastadas y por no cambiarlas tomé esa decisión. No es lo habitual para este tipo de carreras pero el reglamento lo permite, así que al no ser una carrera con muchísimo desnivel, sabía que no tendría problemas. Y creo que me equivoqué. Al margen de que las cubiertas estuvieran más nuevas, el día antes noté que la rueda de atrás iba haciendo eses y en según que puntos tocaba con el freno. Además, ese freno de atrás lleva tiempo sin funcionar como debe, lo que me causó algún que otro susto en las bajadas. En pocas palabras, quizás hubiera sido mejor invertir unos minutos el día antes en cambiar las cubiertas y haber corrido con la otra. Lección aprendida para la próxima.
Pasados pocos minutos de las ocho dieron la salida y empezamos a pedalear. Entre las dos marchas debíamos ser unos 500 ciclistas. Los primeros kilómetros (neutralizados) fueron muy tranquilos por el centro de Tarragona. No fue lo más cómodo del mundo rodar por las estrechas calles de la Parte Alta pero al menos estuvo curioso. En algún momento se formó algún pequeño tapón pero nada grave. Después de esos primeros kilómetros por el centro, por fin salimos a la carretera en dirección a Sant Pere i Sant Pau para, posteriormente, tomar la de Els Pallaresos, donde empezaba realmente la marcha. El recorrido hasta llegar a La Riba (pasando previamente por Els Pallaresos, Perafort, La Secuita, Vallmoll y Picamoixons) fue prácticamente llano y rodando en pequeños grupos se hizo bastante ameno. Más o menos sobre el kilómetro 45 llegamos a La Riba, que nos recibió con bastante animación. Ahí empezaba el tramo más entretenido de carrera, o por lo menos el que más me gustó a mí, de subida hasta Farena. Nos esperaban unos cuantos kilómetros cuesta arriba que no se hicieron tan duros porque la zona es realmente bonita. Subí cómodo, buscando una buena cadencia de pedaleo pero sin forzar. Aún así gané unas cuantas posiciones. Pasado Farena llegamos al cruce donde se separaban ambos recorridos y los del Medio Fondo giramos a la izquierda en dirección Mont-ral. Si subiendo disfruté mucho, bajando lo pasé realmente mal, incluso tuve un par de sustos por culpa del freno de atrás. Me noté muy inseguro en la bici a pesar de bajar realmente lento. Aquí, como siempre, primó mi seguridad antes que arañar unos segundos al crono y fui muy conservador. Hice toda la bajada muy tenso y prácticamente solo pero cuando llegué a Alcover me alcanzó, como esperaba, un grupo con el que compartí el resto de marcha. Otra vez en llano, desde Alcover fuimos a El Milà y después repetimos unos kilómetros, desde Vallmoll hasta La Secuita, que ya habíamos hecho en la ida. Con el grupo, fuimos dando algún que otro relevo, algo con lo que aún no me siento del todo cómodo pero que admito que ayuda bastante a rodar rápido y, sobre todo, a mantener una tensión que yendo solo es mucho más difícil de llevar. En los últimos kilómetros de la marcha bordeamos la costa, hicimos el último pequeño tramo de subida por la Vall de l'Arrabassada y de ahí hasta meta pasando por el Paseo Marítimo de la Platja del Miracle.
Entré en meta con un tiempo de 3h51'12", en la posición 42 de 262 ciclistas llegados a meta y a menos de seis minutos del primero (resultados). Lo considero un muy buen resultado teniendo en cuenta que acabo de empezar la temporada, que no fui "con la lengua fuera" en ningún momento y que en la bajada de Mont-ral a Alcover perdí muchísimo tiempo. Aún así, supongo que muchos ciclistas tampoco se tomaron la marcha en plan competición, ya que, siendo realistas, me extraña mucho quedar tan cerca, en cuanto a tiempo, de los primeros clasificados. En cualquier caso, conseguí lo que me propuse al principio que era sumar kilómetros, empezar a recuperar mi anterior forma física y disfrutar sin demasiados agobios de una buena mañana sobre la bici.
En cuanto a la organización, creo que no estuvo mal a pesar de todo el jaleo que se montó alrededor de los 10€ (en concepto de licencia de día) que tuvimos que pagar en el momento de recoger los dorsales. Fue un error no avisarlo de antemano en la web pero confío en la buena fe de los organizadores y no quiero pensar que fue una forma de aprovecharse de nosotros con alevosía. Para compensar, también hay que reconocer que la inscripción no fue cara (tal y como están las cosas ahora) y que además de un maillot nos regalaron las fotos. Así pues, en general creo que fue una buena carrera que espero repetir los próximos años.
Para terminar, os dejo algunas fotos de la organización, otra de Arancha cuando estaba llegando a meta y los resultados del Garmin.
El caso es que el sábado salí de casa sobre las siete y media y llegué a la salida aún con tiempo (todo un lujo hacer este tipo de carreras en tu ciudad). Amaneció nublado y hacía algo de fresco a la hora de la salida, pero decidí no ponerme manguitos. Después de pasar tanto calor en verano, hasta agradecí esa temperatura. En cuanto a la bici, decidí ir con la Transition más que nada por un tema de pereza. Las cubiertas de la otra bici estaban más gastadas y por no cambiarlas tomé esa decisión. No es lo habitual para este tipo de carreras pero el reglamento lo permite, así que al no ser una carrera con muchísimo desnivel, sabía que no tendría problemas. Y creo que me equivoqué. Al margen de que las cubiertas estuvieran más nuevas, el día antes noté que la rueda de atrás iba haciendo eses y en según que puntos tocaba con el freno. Además, ese freno de atrás lleva tiempo sin funcionar como debe, lo que me causó algún que otro susto en las bajadas. En pocas palabras, quizás hubiera sido mejor invertir unos minutos el día antes en cambiar las cubiertas y haber corrido con la otra. Lección aprendida para la próxima.
Pasados pocos minutos de las ocho dieron la salida y empezamos a pedalear. Entre las dos marchas debíamos ser unos 500 ciclistas. Los primeros kilómetros (neutralizados) fueron muy tranquilos por el centro de Tarragona. No fue lo más cómodo del mundo rodar por las estrechas calles de la Parte Alta pero al menos estuvo curioso. En algún momento se formó algún pequeño tapón pero nada grave. Después de esos primeros kilómetros por el centro, por fin salimos a la carretera en dirección a Sant Pere i Sant Pau para, posteriormente, tomar la de Els Pallaresos, donde empezaba realmente la marcha. El recorrido hasta llegar a La Riba (pasando previamente por Els Pallaresos, Perafort, La Secuita, Vallmoll y Picamoixons) fue prácticamente llano y rodando en pequeños grupos se hizo bastante ameno. Más o menos sobre el kilómetro 45 llegamos a La Riba, que nos recibió con bastante animación. Ahí empezaba el tramo más entretenido de carrera, o por lo menos el que más me gustó a mí, de subida hasta Farena. Nos esperaban unos cuantos kilómetros cuesta arriba que no se hicieron tan duros porque la zona es realmente bonita. Subí cómodo, buscando una buena cadencia de pedaleo pero sin forzar. Aún así gané unas cuantas posiciones. Pasado Farena llegamos al cruce donde se separaban ambos recorridos y los del Medio Fondo giramos a la izquierda en dirección Mont-ral. Si subiendo disfruté mucho, bajando lo pasé realmente mal, incluso tuve un par de sustos por culpa del freno de atrás. Me noté muy inseguro en la bici a pesar de bajar realmente lento. Aquí, como siempre, primó mi seguridad antes que arañar unos segundos al crono y fui muy conservador. Hice toda la bajada muy tenso y prácticamente solo pero cuando llegué a Alcover me alcanzó, como esperaba, un grupo con el que compartí el resto de marcha. Otra vez en llano, desde Alcover fuimos a El Milà y después repetimos unos kilómetros, desde Vallmoll hasta La Secuita, que ya habíamos hecho en la ida. Con el grupo, fuimos dando algún que otro relevo, algo con lo que aún no me siento del todo cómodo pero que admito que ayuda bastante a rodar rápido y, sobre todo, a mantener una tensión que yendo solo es mucho más difícil de llevar. En los últimos kilómetros de la marcha bordeamos la costa, hicimos el último pequeño tramo de subida por la Vall de l'Arrabassada y de ahí hasta meta pasando por el Paseo Marítimo de la Platja del Miracle.
Entré en meta con un tiempo de 3h51'12", en la posición 42 de 262 ciclistas llegados a meta y a menos de seis minutos del primero (resultados). Lo considero un muy buen resultado teniendo en cuenta que acabo de empezar la temporada, que no fui "con la lengua fuera" en ningún momento y que en la bajada de Mont-ral a Alcover perdí muchísimo tiempo. Aún así, supongo que muchos ciclistas tampoco se tomaron la marcha en plan competición, ya que, siendo realistas, me extraña mucho quedar tan cerca, en cuanto a tiempo, de los primeros clasificados. En cualquier caso, conseguí lo que me propuse al principio que era sumar kilómetros, empezar a recuperar mi anterior forma física y disfrutar sin demasiados agobios de una buena mañana sobre la bici.
En cuanto a la organización, creo que no estuvo mal a pesar de todo el jaleo que se montó alrededor de los 10€ (en concepto de licencia de día) que tuvimos que pagar en el momento de recoger los dorsales. Fue un error no avisarlo de antemano en la web pero confío en la buena fe de los organizadores y no quiero pensar que fue una forma de aprovecharse de nosotros con alevosía. Para compensar, también hay que reconocer que la inscripción no fue cara (tal y como están las cosas ahora) y que además de un maillot nos regalaron las fotos. Así pues, en general creo que fue una buena carrera que espero repetir los próximos años.
Para terminar, os dejo algunas fotos de la organización, otra de Arancha cuando estaba llegando a meta y los resultados del Garmin.
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