Con mucho retraso y ya después de una semana, vamos con la crónica de lo que fue mi "estreno" en una marcha cicloturista (de carretera), la Cambrils Park Costa Daurada. Todo podría resumirse en que no fue, ni de lejos, la carrera esperada. El viento y sobre todo la lluvia empañaron y deslucieron lo que, en principio, tendría que haber sido un buen entreno de bici, largo, con bastante desnivel y con un recorrido muy bonito con tramos que aún no conocía.
Nada más llegar a Cambrils, sobre las ocho y ya lloviendo, me encontré con José Luis y Javi. Viendo el panorama, decidí ponerme mallas largas, cubre botas y chubasquero. Tenía por delante entre seis y siete horas de bici y la previsión era de que la lluvia no dejaría de caer en todo el día, así que intenté vestirme teniendo en cuenta las condiciones climatológicas que nos esperaban y mantenerme lo más seco posible. Una vez listos, fuimos calentando tranquilamente hacia la salida.
Un minuto antes de empezar, me enteré que la organización había suspendido el recorrido largo de 184 km (al que yo estaba apuntado) y sólo se haría el corto de 106 km. Por un lado me fastidió porque quería tomarme la marcha como un entreno exigente y que me sirviera como "tirada larga" de cara al Ironcat (aunque los recorridos se parezcan como un huevo a una castaña) pero, siendo sincero, por otro lado sentí alivio. Además, viendo como estaba el día y pensando en la seguridad de todo el mundo, creo que fue una decisión acertada por parte de la organización.
José Luis, Javi y yo salimos desde bastante atrás y, al ser tantos ciclistas, al principio se formó algún que otro tapón e incluso hubo alguna caída antes de dejar Cambrils. Nos costó encontrar algo de espacio y los primeros kilómetros rodamos algo incómodos y más lentos de lo que nos hubiera gustado. Nada más salir de Cambrils y ya con la carretera más despejada, nos dirigimos a Mont-Roig para, una vez allí, empezar el ascenso hasta Colldejou, el primer puerto del día. Por delante diecisiete kilómetros de subida continua hasta coronarlo cerca del kilómetro 30 de la marcha. La subida se me hizo larga y algo pesada con la lluvia pero, sinceramente, me gustó más que la bajada. No era el día apropiado para disfrutar bajando, así que decidimos bajar tranquilos, evitando posibles caídas y tener que lamentar males mayores por hacer tonterías. A partir de ese momento el recorrido se suavizó (por decirlo de alguna manera) a su paso por Marçà y Falset aunque los toboganes fueron contínuos hasta llegar a la siguiente subida importante, la de Gratallops. Creo que llegando a Gratallops fue el único momento en que dejó de llover unos minutos, aunque la tregua no duró mucho. La posterior bajada fue algo más cómoda que la primera y, aunque seguimos siendo muy prudentes, se pudo bajar algo más rápido.
Pasado el ecuador de la carrera tocaba afrontar el tercer puerto del día, el de Torroja del Priorat, de sólo dos kilómetros y medio aunque con tramos del 10% de desnivel. La verdad es que nunca había pasado por ahí y aunque me gustó la zona, el mal día me impidió disfrutarlo como se merecía, una lástima. Por último y para completar el "poker" de puertos, sólo quedaba subir el famoso Coll de la Teixeta, de sobras conocido por casi todos los ciclistas de la zona. Una vez arriba, ya casi estaba todo el trabajo hecho, o eso pensaba. Apenas quedaban 30 kilómetros de bajada que había que aprovechar para rodar lo más rápido posible. En ese momento los tres nos pusimos a rueda e intentamos darnos relevos aunque, la verdad, Javi fue el que más tiró del grupo y quien más trabajo sucio hizo. Fui bastante bien casi todo el rato aunque hubo algún momento en que pensé que no aguantaría ese ritmo tan alto que llevábamos. En ese tramo final adelantamos a bastantes ciclistas y al final acabamos llegando a meta con un tiempo de pedaleo de 3h56'23" (según mi Garmin) y un tiempo oficial de 4h01'55" (resultados), incluyendo las varias paradas que hicimos.
Al final, contento con la experiencia aunque, como he dicho antes, el tiempo empañó lo que podía haber sido un gran día. Aún así, no me quejo. No sufrimos ninguna caída ni ningún pinchazo (y mira que hubo), así que me doy por satisfecho. En cuanto al ritmo que llevamos, está claro que podía haber corrido algo más en las bajadas (aunque no hubiera sido lo más prudente) y esforzarme algo más en las subidas, pero también doy por bueno el resultado final viendo las circunstancias. Como dicen, la peor carrera vale más que el mejor entreno.
Para terminar, dejo una bonita foto de nuestra llegada a meta y, como siempre, los datos de la carrera del Garmin.
José Luis, Javi y yo salimos desde bastante atrás y, al ser tantos ciclistas, al principio se formó algún que otro tapón e incluso hubo alguna caída antes de dejar Cambrils. Nos costó encontrar algo de espacio y los primeros kilómetros rodamos algo incómodos y más lentos de lo que nos hubiera gustado. Nada más salir de Cambrils y ya con la carretera más despejada, nos dirigimos a Mont-Roig para, una vez allí, empezar el ascenso hasta Colldejou, el primer puerto del día. Por delante diecisiete kilómetros de subida continua hasta coronarlo cerca del kilómetro 30 de la marcha. La subida se me hizo larga y algo pesada con la lluvia pero, sinceramente, me gustó más que la bajada. No era el día apropiado para disfrutar bajando, así que decidimos bajar tranquilos, evitando posibles caídas y tener que lamentar males mayores por hacer tonterías. A partir de ese momento el recorrido se suavizó (por decirlo de alguna manera) a su paso por Marçà y Falset aunque los toboganes fueron contínuos hasta llegar a la siguiente subida importante, la de Gratallops. Creo que llegando a Gratallops fue el único momento en que dejó de llover unos minutos, aunque la tregua no duró mucho. La posterior bajada fue algo más cómoda que la primera y, aunque seguimos siendo muy prudentes, se pudo bajar algo más rápido.
Pasado el ecuador de la carrera tocaba afrontar el tercer puerto del día, el de Torroja del Priorat, de sólo dos kilómetros y medio aunque con tramos del 10% de desnivel. La verdad es que nunca había pasado por ahí y aunque me gustó la zona, el mal día me impidió disfrutarlo como se merecía, una lástima. Por último y para completar el "poker" de puertos, sólo quedaba subir el famoso Coll de la Teixeta, de sobras conocido por casi todos los ciclistas de la zona. Una vez arriba, ya casi estaba todo el trabajo hecho, o eso pensaba. Apenas quedaban 30 kilómetros de bajada que había que aprovechar para rodar lo más rápido posible. En ese momento los tres nos pusimos a rueda e intentamos darnos relevos aunque, la verdad, Javi fue el que más tiró del grupo y quien más trabajo sucio hizo. Fui bastante bien casi todo el rato aunque hubo algún momento en que pensé que no aguantaría ese ritmo tan alto que llevábamos. En ese tramo final adelantamos a bastantes ciclistas y al final acabamos llegando a meta con un tiempo de pedaleo de 3h56'23" (según mi Garmin) y un tiempo oficial de 4h01'55" (resultados), incluyendo las varias paradas que hicimos.
Al final, contento con la experiencia aunque, como he dicho antes, el tiempo empañó lo que podía haber sido un gran día. Aún así, no me quejo. No sufrimos ninguna caída ni ningún pinchazo (y mira que hubo), así que me doy por satisfecho. En cuanto al ritmo que llevamos, está claro que podía haber corrido algo más en las bajadas (aunque no hubiera sido lo más prudente) y esforzarme algo más en las subidas, pero también doy por bueno el resultado final viendo las circunstancias. Como dicen, la peor carrera vale más que el mejor entreno.
Para terminar, dejo una bonita foto de nuestra llegada a meta y, como siempre, los datos de la carrera del Garmin.
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