Bueno, pues el día ha llegado. Después de 29 semanas de duro entrenamiento me vuelvo a plantar delante de un triatlón de larga distancia, en este caso, el Ironcat. Creo que después de todo lo que he entrenado llego en un buen momento, aunque no voy con ninguna idea de marca en concreto ni me obsesiono con ello porque soy de los que piensa que a lo largo de tantas horas pueden pasar mil cosas, y muchas de ellas no dependen de uno mismo. Además, sigo estando algo verde en la natación aunque, últimamente, mis ritmos hayan mejorado algo y, hasta hoy mismo, cuando estaba haciendo el último entreno en la piscina antes de la carrera de mañana, la monitora se ha acercado y me ha comentado que en las últimas semanas he mejorado muchísimo la técnica. La verdad, agradezco mucho el comentario y el momento en el que lo ha hecho, ya que cualquier pequeño detalle es bueno para reforzar la moral. Sin duda, un motivo más para confiar en mí mismo.
Pues eso, que no voy con una idea clara pero acercarme a las diez horas sería genial (y, dicho sea de paso, muy difícil), aunque me conformaría con rebajar algo el tiempo que hice en Calella. Ahí hice muy mala natación (porque hice metros de más y porque había mucha corriente) y transiciones algo lentas (la lluvia influyó), pero por lo demás creo que hice unos buenos parciales en bici y corriendo. Mañana espero nadar mejor y conseguir un resultado algo más decente, que creo que es asequible. Pero lo que realmente me trae de cabeza estos últimos días es el sector bici y el viento. No sé si fue buena idea ir el sábado pasado a ver el recorrido y encontrarme con lo que me encontré, pero me he pasado la semana consultando el tiempo que hará el sábado en l'Ampolla y varias webs que informan de la velocidad del viento. Por suerte, de momento parece que la cosa estará calmada (esperemos que estén en lo cierto) y a pesar que algo soplará (sobre todo en las primeras horas de la tarde), no debería de ser incómodo para rodar en bici. Estas son las previsiones que hay (según Aemet y Windguru):
Según las previsiones, calma por la mañana y algo más de viento por la tarde. Personalmente, corriendo me molesta mucho menos el viento y me da un poco igual que haga o no, pero 180 km en bici con tramos de viento en contra podrían ser muy duros. Seamos positivos y confiemos en las previsiones, a ver que pasa...
Pero, pase lo que pase en bici, espero no desgastarme más de la cuenta porque quiero correr bien. Es mi "punto fuerte" y, probablemente, ahora estoy en uno de mis mejores momentos corriendo, así que espero no fundirme y poder correr durante todo el maratón. Seguiré la misma estrategia que en Calella y cuando más cansado esté (espero que cuando al menos lleve medio maratón), aprovecharé los avituallamientos para caminar y beber y comer lo que necesite. Creo que es una forma inteligente de afrontar la carrera a pie tanto por el factor psicológico (pensar en correr hasta el siguiente avituallamiento) como por el aspecto nutricional, ya que no podemos negar que todo sienta mejor bebiendo y comiendo con calma que corriendo, donde es más fácil desperdiciar parte de lo que tomas e incluso atragantarse. En todo caso, esto es lo que hice en Calella (me salió bien) y esto es lo que haré mañana.
Poco más que decir sobre lo que espero mañana. Será mi estreno de la temporada triatlética y también el plato fuerte, con lo cual, quiero hacerlo muy bien para así poder disfrutar todavía más del resto de carreras del año (de distancias más cortas) teniendo la sensación de que hice mis deberes correctamente desde el principio.
La semana que viene espero poder escribir buenas noticias y celebrar un buen resultado. Por ganas no será!
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