Cuando mejor me estaba encontrando en los entrenamientos y cuando falta poco más de una semana para el Sailfish Berga, en el cual tenía (y sigo manteniendo, que conste) muchas esperanzas de hacerlo bien, apareció una pequeña piedra en el camino llamada "fiebre" que me apartó de los entrenamientos durante casi toda la semana pasada. No ha sido grave (espero), pero como no estoy acostumbrado a pasar por estas cosas y además soy bastante reacio a tomar ningún tipo de medicamento, el parón se me hizo eterno. Al final la cosa se saldó con cuatro días de fiebre (por suerte, no excesivamente alta) y tres más con bastante tos, tanta que cuando el viernes probé de hacer rodillo tuve que dejarlo a los pocos minutos de empezar porque no podía dejar de toser. Como digo, nada grave, aunque sí lo suficiente para impedirme terminar como debía mi preparación para Berga y debilitarme a nivel general en el peor momento posible (si es que alguna vez es un buen momento para ponerse enfermo). A todo esto, parece que a día de hoy estoy más o menos bien y si todo sigue así no tendré problemas para estar presente el domingo en el Sailfish Half Triatló Berga. Cómo me encuentre y el resultado final ya será otra cosa. Sé que el parón no me ha venido bien, pero me niego a pensar que me haya podido afectar demasiado teniendo en cuenta todo el trabajo que llevo detrás. Así pues, quiero ser positivo y aprovechar los últimos días de entreno para comprobar que mi estado físico apenas se ha resentido y que llegaré bien a la carrera.
Sobre el entreno, muy poco que contar. Hasta el viernes no me decidí a probar de hacer algo y el resultado no fue muy satisfactorio que digamos. Así, la cosa es muy sencilla y se resume en:
De Lunes (01/09) a Jueves (04/09) descanso obligado. El jueves por la tarde, con la fiebre ya a menos, tuve alguna pequeña tentación de hacer algo de rodillo pero creí más sensato esperar.
Viernes 05/09.- Pensando que estaría medio bien para hacer unos 45' de rodillo suave, a los 21'49", tras hacer sólo 9,51 km a una media de 26,2 km/h, tuve que parar por la tos. La fiebre ya estaba superada pero lo otro no pintaba demasiado bien. Quizás ese fue el primer momento en el que vi peligrar mi participación en el Sailfish Berga.
Sábado 06/09.- Casi milagrosamente, el sábado me desperté sin apenar tos pero decidí descansar, terminar de recuperarme, y esperar a hacer algo el día siguiente. Sólo hice un par de sesiones con el Compex (musculación y aeróbica). Por cierto, la segunda de ellas me dejó los cuádriceps doloridos y con muchas agujetas.
Domingo 07/09.- Nueva prueba que superé algo mejor que el viernes aunque sintiéndome muy flojo todavía. Quería salir en bici pero a primera hora de la mañana llovió un poco, así que empecé con 35'24" en el rodillo (15,16 km a 25,7 km/h) y a continuación, cuando vi que el día se despejaba, decidí salir a dar una vuelta. Sólo fueron 45'46" más para hacer 21,21 km a 27,8 km/h en un circuito lleno de toboganes. Las sensaciones fueron horribles, además con la cosa de intentar apretar para sentir que la pérdida de forma había sido mínima, fue una especie de "quiero y no puedo". De todas formas, ya había podido dar el primer paso y salir a entrenar, cosa que agradecí.
Ahora, como decía, sólo falta apurar los últimos entrenos, recuperar lo que pueda y, en la medida de lo posible, coger algo de confianza para plantarme en la salida con la tranquilidad de sentirme bien y saber que puedo hacer una gran carrera. Veremos que sale!
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