A menos de 48 horas para que de comienzo la quinta edición del Challenge Barcelona Maresme, creo que es un buen momento para hablar de cómo me siento y que espero de la carrera y para hacer balance de lo que han dado de sí estos casi diez meses de entrenamiento. Antes de nada, me gustaría decir que pase lo que pase el domingo, todo este tiempo de preparación me ha encantado. He aprendido mucho sobre mí y he sentado unas bases que me servirán para seguir preparando cosas en un futuro. No voy a decir que ha sido un camino fácil, basta con echar un poco la vista atrás y recordar como empecé allá en el mes de diciembre, primero con los problemas en el pie izquierdo y luego con el accidente en bici donde me fracturé la clavícula en el febrero (curiosamente, ese tiempo de inactividad me curó el pie). Sinceramente, después del accidente y aunque todavía faltaban muchos meses, no tenía nada claro poder llegar a tiempo a esta cita. Por suerte, una vez recuperado (no al 100% porque la clavícula me sigue molestando aún hoy), la verdad es que me ha ido todo muy bien en todos los sentidos. Cero lesiones y sólo de vez en cuando alguna molestia que tal como venía se iba. Y para rematar, me tocó la inscripción del Challenge. Una cosa por la otra aunque hubiera preferido ahorrarme el accidente.
En cuanto a los entrenos, reconozco que a lo largo de todos estos meses, en muchos momentos, por pereza, por cansancio o por las dos cosas a la vez, me ha costado mucho salir a entrenar, pero puedo decir muy orgulloso que nada de eso me consiguió vencer ni un solo día y la mayor parte de ellos los he disfrutado. He cumplido con todo lo que tenía que hacer (no ha sido nada fácil cuadrar los entrenos para llegar a todo), incluso he entrenado un poco más de lo previsto (siempre con cabeza), así que, en este sentido, puedo estar tranquilo conmigo mismo y hasta relativamente confiado. Han sido muchas horas de soledad que seguro que se verán recompensadas, seguro!
Y ahora vamos a hablar ya de la competición. Mentiría si digo que me conformo con terminar. Terminar ya será un motivo de satisfacción, sí, pero he entrenado para algo más. Sé que físicamente estoy preparado para quedarme alrededor de las 10h30’, aunque realmente es hablar por hablar. Primero, porque en tantas horas pueden pasar mil cosas y, segundo, porque no dejo de ser un "debutante" en larga distancia y será fácil pagar alguna que otra novatada. De esta manera, el domingo estaré pendiente del crono pero también de disfrutar de la experiencia, porque esto al fin y al cabo es lo que será, una experiencia que espero llevar conmigo el resto de mi vida.
Nadando no espero gran cosa, me conformaría con rondar la hora y cuarto. Como es mi punto débil y esto será muy largo, me reservaré bastante y me la tomaré como un trámite. Ya habrá tiempo para recuperar algo más adelante. En bici, lo que más me preocupa es el viento. Según las previsiones no hará demasiado, así que si todo va bien y no tengo problemas de pinchazos ni nada por el estilo, espero terminar en poco más de cinco horas y media. Tengo como referencia el half del año pasado, donde hice los 90 km en dos horas y cuarenta minutos. Sé que no es lo mismo 90 que 180 km y tendré que regular un poco pensando en lo que me quedará después, pero creo que puedo estar cerca de ese tiempo que digo. En bici sobre todo es donde deberé aprovechar para comer y beber todo lo que pueda. Calculo comer una barrita cada 45’ o 50’ y tener muy en cuenta la reposición de líquidos, por lo que me llevaré cápsulas de sales minerales. En Narbonne ya las llevé y parece que me fueron bien, así que repetiré. Y corriendo… aquí ya no sé que decir. Sí, es mi mejor disciplina pero son 42km después de 180 en bici. No sé como estaré, pero además del físico será muy importante la cabeza. Creo que lo principal será ser positivo, hacer el primer medio maratón a un ritmo decente y esperar que el bajón que venga en adelante no sea demasiado fuerte. Aquí en lugar de barritas pasaré a los geles e intentaré tomarme uno nada más empezar a correr y luego otro cada 40’ o 45’. En el maratón , todo lo que sea bajar de tres horas y media será genial, pero sinceramente creo que será complicado hacer este tiempo. En fin, que la estrategia de carrera se puede resumir en tres “C”: con calma en la natación, con cabeza en la bici y con cojones corriendo…
Bueno, pues esto es lo que hay. En unas horas nos marchamos a Calella. Espero que sea un fin de semana inolvidable donde consiga lo que me planteé hace ya algún tiempo. Hace años, cuando escuché lo que era un triatlón de larga distancia, me sonó a cachondeo. Me parecía imposible que alguien pudiera hacer algo así en unas horas. Pues bien, ahora soy yo el que se va a enfrentar a esa distancia sabiendo que puedo conseguirlo, que he entrenado mucho para ello y que, además de sufrir en muchos momentos (como soy así de optimista, seguro que luego sufro más de lo que creo que voy a sufrir ahora mismo), voy a intentar disfrutar de esta carrera más que de ninguna otra hasta el momento. Esperemos que la climatología lo permita, porque de momento las previsiones no son demasiado esperanzadoras.
Para terminar con este rollo, os dejo un enlace donde se podrá seguir la carrera en directo el domingo: http://www.challenge-barcelona.es/live/14/. Yo llevaré el dorsal 424, así que aquí se podrán consultar mis tiempos de paso por los controles. Nada más, espero que la semana que viene pueda contaros muy buenas noticias. Hasta pronto!
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