martes, 12 de agosto de 2014

Crónica 36º Cros Popular de Torredembarra

Un año más, el primer sábado del mes de agosto estaba reservado para el Cros de Torredembarra. Este año, al llegar (supuestamente) algo más descansado que el año pasado, tenía la esperanza de hacer una buena carrera, de mejorar los registros de años anteriores y, por qué no, de luchar por subir al podio. Esas eran mis intenciones a priori, y la verdad es que en algunos aspectos cumplí, aunque lo de subir al podio me fue totalmente imposible, teniéndome que conformar con un octavo puesto aunque muy cerca del sexto y del séptimo (que me adelantó en la última recta). Está claro que cada vez corre más gente y el nivel en general es cada vez mayor y también es cierto que no entreno específicamente para carreras de esta distancia, pero la ilusión y la esperanza de conseguir un buen resultado siempre se tiene.

Arancha y yo llegamos a Torredembarra una media hora antes de la carrera, justo cuando empezaba la de los veteranos y mujeres. Antes de empezar a calentar pude saludar a varios de mis compañeros y compañeras de trabajo que ya me habían comentado durante la semana que me vendrían a animar. No sé si eso es bueno o malo pero en esta carrera siempre siento una especie de presión por querer hacerlo bien que no sé hasta que punto es positiva. Quizá por eso, ya durante el calentamiento no me sentí mal pero tampoco especialmente bien. Notaba las piernas algo pesadas y no muy dispuestas a correr rápido durante los más de cinco kilómetros y medio que tiene la carrera.

En la salida me coloqué delante de todo sabiendo que, como muy mal, tenía que estar corriendo entre los diez primeros. Pasadas las ocho y media de la tarde dieron la salida y, una vez más, cometí el error de dejarme llevar por el entusiasmo y correr más rápido de lo que tocaba. Aguanté el primer kilómetro (primera foto) con el grupo de delante, pasándolo a 3'13", un ritmo imposible de mantener para mí durante toda la carrera. En ese grupo delantero éramos unos siete, pero pronto dos nos empezamos a descolgar. Terminé la primera de las cuatro vueltas en sexto lugar aunque a esas alturas ya había hecho un esfuerzo demasiado grande para alcanzar al sexto y sabía que lo pagaría más pronto que tarde. Pasé el segundo kilómetro en 3'33" y poco después me volvió a alcanzar el sexto. Mi ritmo se estaba resintiendo y fue ahí donde me di cuenta que tal vez hubiera sido más inteligente salir un poco más tranquilo pero a un ritmo más constante (pasan los años y aún sigo cometiendo errores de novato). Estaba clarísimo que el podio ya iba a ser imposible así que lo único que quedaba era mantener un ritmo decente hasta el final y, con un poco de suerte, esperar no perder ninguna posición más. En el tercer kilómetro seguí perdiendo segundos y ya estuve corriendo en 3'48", un ritmo bastante más cómodo. Me mantenía séptimo pero no conseguía alejarme de dos o tres perseguidores que tenía detrás. Por otro lado, ya había perdido de vista al grupito de cinco que iban en cabeza pero no al sexto, que tenía unos metros por delante. Las sensaciones eran de querer y no poder, así que, descartado el "asalto" a la sexta plaza, sólo quedaba seguir sufriendo hasta el final de la carrera e intentar que no me adelantara ningún corredor más, cosa que no tenía yo tan clara. El cuarto y el quinto kilómetro me salieron prácticamente iguales, a 3'45" y 3'46" respectivamente. Ya estábamos en la cuarta y última vuelta y cuando parecía que todo iba a quedar así, en la última recta me adelantó otro corredor, con lo que llegué a meta en octava posición con un tiempo de 20'10". La verdad es que ese adelantamiento me cogió un poco de sorpresa y prácticamente sin capacidad de reacción. Fue culpa mía por llevar rato corriendo sin mirar atrás y sin tener referencias, aunque sinceramente no sé si con un último esfuerzo hubiera sido capaz de mantener la séptima plaza o hubiera sido totalmente inútil.

Así pues, finalmente octavo. Satisfecho a medias por haber corrido bastante rápido para lo que estoy acostumbrado aunque con esa (mala) sensación de ir perdiendo posiciones año tras año. Hace dos años quinto, el año pasado sexto y este, octavo. La progresión en cuanto a posición no es buena aunque es más fruto del aumento progresivo de nivel general de los demás corredores que de una pérdida de rendimiento mía. Los tiempos son parecidos e incluso este año, planteando mal la carrera, conseguí rebajar unos segundos respecto a años anteriores.

Para acabar, agradecer una vez más a Arancha por los ánimos y las fotos y a todos mis compañeros de trabajo del Ayuntamiento y de la Policia Local que vinieron a animar y a trabajar como voluntarios para que el 36º Cros de Torredembarra fuera un éxito. Aparte de las fotos, os dejo los resultados del Garmin, que este año marcó exactamente (nunca me había pasado creo) la distancia que supuestamente tiene la carrera (5,56 km).







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