viernes, 3 de octubre de 2014

Crónica Triatló Ciutat de Tarragona

Este año, para despedir la temporada de triatlón, decidí volver a participar en el Triatló Ciutat de Tarragona, una carrera popular con distancias asequibles y al alcance de todo el mundo (300m-22km-3,9km) con un mínimo de preparación. De hecho, mi primer contacto con el triatlón fue precisamente en esta misma carrera en el año 2010, donde mis entrenamientos y mi preparación distaban mucho de los de ahora. Cómo ha pasado el tiempo y cómo hemos cambiado! (eso sí, para bien). 

El objetivo del día era simplemente pasarlo bien y terminar la temporada disfrutando, pero tampoco quería ir a pasearme. Aunque las últimas dos semanas hubiera entrenado muy poco, aún mantenía un estado de forma relativamente bueno y sabía que podría hacerlo bien. Como novedad, este año la carrera se disputaba el sábado a las cinco de la tarde, con lo que, por lo menos, nos evitamos madrugar. Comí pronto y hasta me dio tiempo de hacer algo de siesta. Después, cuando me empecé a preparar, me fijé en que el mono del club tenía la cremallera rota así que decidí usar el primer mono de triatlón que me compré hace ya algunos años. La verdad es que me salvó.

Arancha y yo llegamos con unos 45 minutos de antelación y no tardé nada en recoger el dorsal y colocar todo el material en boxes. Ya desde el primer momento noté que este año la organización había mejorado bastante en relación a ediciones pasadas, cosa que supongo que todos agradecimos y supimos valorar, y más comparando el precio de la inscripción para esta carrera con el de otras. Éramos algo más de 100 participantes y, a pesar de haber gente de todos los niveles, habían unos cuantos triatletas bastante buenos. Cada vez hay más nivel en general y cada vez está más caro conseguir un buen resultado.

Poco antes de las cinco fuimos todos a la orilla y escuchamos las últimas explicaciones de Pep, el organizador de la carrera junto con el C.N. Tarraco. Esta vez, sin que sirva de precedente, fui valiente y decidí no ponerme demasiado atrás en la salida. Sólo eran unos 300 metros así que, supuestamente, la cosa no podía ir tan mal. Y creo que acerté. A pesar de no nadar excesivamente rápido, me sentí bastante bien y apenas recibí golpes. Este año, también como novedad y mejora, había alguna canoa que vigiliaba (o por lo menos lo intentaba) que nadie se saltase las boyas (hace un par de años recuerdo que muchísima gente hizo lo que quiso). El recorrido era sencillo, un rectángulo de casi 400 metros dejando las boyas siempre a la derecha. Nadé más o menos al ritmo de crucero de siempre aunque es verdad que al hacer el segundo giro, ya de vuelta a la orilla, intenté apretar más que de costumbre. Salí del agua en poco más de seis minutos y corrí rápido hacia boxes. Hice una transición rápida y en pocos segundos ya estaba encima de la bici. El primer (o los primeros) grupos ya habían salido, con lo que me quedé un poco en tierra de nadie y tuve que hacer el primer tramo de asfalto solo. Lástima porque si hubiera ido con alguien seguramente hubiéramos ganado algo de tiempo. Una vez pasado el Serrallo, llegamos al Parc del Francolí y ahí empezaba la auténtica carrera de btt. Este año, a pesar de ser el mismo circuito de siempre (por los alrededores del bosque del Puente del Diablo), el tramo ciclista me encantó. Creo que estaba bastante mejor señalizado que otros años y, además, había varios voluntarios que nos indicaban el camino en puntos en los que uno se podía confundir. A pesar de no sentirme todo lo fuerte que me hubiera gustado, tuve la sensación de ir bastante rápido. Aquí no sé si al final acabé ganando o perdiendo posiciones porque hubo tiempo para adelantar y ser adelantado y al final perdí la cuenta, pero la realidad es que disfruté muchísimo del circuito. Como aspectos negativos sólo destacaría dos cosas. La primera fue que, una vez más, hubo un accidente y creo que un triatleta se hizo bastante daño en una caída. Y la segunda, ya casi llegando al final, me sobró el hecho de tener que cruzar el río por un sitio bastante sucio (por no decir otra cosa) lleno de barro y aguas residuales que daban bastante asco. Aparte de eso, como digo, disfruté muchísimo encima de la bici y acabé los 22 km a una media superior a los 23 km/h, que no está nada mal. 

Y corriendo, una vez más, genial. Sinceramente tengo que decir que no esperaba recuperar tantas posiciones en un tramo de poco más de tres kilómetros y medio pero la verdad es que corrí rápido, terminando a un ritmo medio por debajo de 3'40"/km. Lástima que fuera tan corto porque creo que si hubieran sido cinco kilómetros me hubiera dado tiempo de ganar al menos un par de puestos más. Al final, llegué a meta siete segundos por detrás de Eric (que fue segundo de su categoría) con un tiempo de 1h21'46" y terminando el 16º (11º de mi categoría) a poco más de dos minutos del top 10 (clasificación). Desde aquí también felicitar a Pol, el hijo de una compañera de trabajo, que consiguió el primer puesto en su categoría junior.

Terminé muy contento y satisfecho con el trabajo realizado y, lo mejor de todo, me lo pasé en grande durante toda la carrera, que es lo que realmente importa. Fue una bonita forma de despedir mi temporada hasta el año que viene. Ahora toca soltar el acelerador, entrenar suave un par de semanas y descansar dos más para regenerar y poder volver a empezar la temporada que viene con ganas de seguir dando pasos hacia delante. Aún no tengo definidos al 100% los objetivos pero más o menos ya tengo una idea. En unas semanas creo que podré ir confirmando algo.

Para terminar, os dejo las fotos de Arancha (y una de Àlex por dentro del recorrido de bici) y los resultados de la carrera del Garmin.












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