Hoy echa a andar la temporada 2015-2016. Una temporada que tiene pinta de ser la más apasionante de todas las que he vivido hasta ahora. Supongo que los retos planteados y la ilusión por afrontarlos de la mejor manera posible hacen que este inicio sea muy motivador. Luego saldrá lo que saldrá, entrenaré y competiré mejor o peor, pero la ilusión por empezar visualizando el “éxito” en todas y cada una de las competiciones en las que participaré la próxima temporada ya no me la quita nadie. Y que conste que hasta ahora sólo tengo planes hasta el 5 de junio de 2016 y no me he propuesto nada más lejos de esa fecha, así que ni yo todavía sé que haré después de eso. Aún así, el calendario promete. Vayamos por partes...
...Y empecemos por el final. Supongo que muchos ya lo sabréis pero el próximo 5 de junio de 2016 tengo una cita con el Ironman France que se celebra en Niza. Por supuesto, ese será el gran reto de la temporada y del año y todo girará entorno a conseguir un buen resultado allí. Sé que no es un Ironman rápido y que hacer marca personal en esta competición estará difícil, pero tampoco es algo que me preocupe. Creo que el recorrido ciclista, además de ser muy bonito (según lo que he visto, leído y oído) y a una sola vuelta, le va bien a mis características. Será mi reencuentro con la larga distancia tras dos años sin enfrentarme a ella y espero llegar mucho mejor preparado física y mentalmente que en aquel entonces. Para eso habrá que entrenar duro y es en bici donde quiero intentar dar un salto de calidad. Para ello, mientras camino hacia el Ironman tengo previsto participar en tres marchas cicloturistas: el 3 de abril en el Gran Fondo Barcelona (140 km y 1600+), el 16 de abril en la Canyon Cambrils Park (184 y 2900+) y el 14 de mayo en la Polar Gran Fondo La Mussara (189km y 3200+), ésta última a sólo tres semanas de Niza.
Pero además del Ironman y de estas tres marchas cicloturistas, el primer plato fuerte de la temporada llegará pronto, en febrero, cuando correré el Maratón de Sevilla. Aquí no buscaré marca pero sí que me gustaría volver a bajar de las 3 horas. Ya veremos como llego y cuales son las sensaciones.
Y en cuanto al triatlón, a falta aún de confirmar otras posibles opciones (me gustaría llegar a Niza con al menos un par de Halfs hechos), lo que es seguro es que el 24 de abril estaré en el Triatlón MD Peñíscola, una carrera que aún no conozco pero de la que todas las referencias que tengo son muy buenas.
Más adelante valoraré otras opciones pero de momento esto es lo que tengo en mente hasta junio. Además de eso, también haré varias medias maratones como Tarragona, Salou, Cambrils, Valls... Supongo que no las haré todas e iré un poco sobre la marcha.
Pues en cuanto a calendario, esto es lo que hay a día de hoy. Con el paso de las semanas y de los entrenos se pueden ir añadiendo y quitando cosas pero, como ya he dicho antes, todo estará enfocado al Ironman de Niza. Lo que tengo claro es que este año no me planteo mejorar marcas en mis carreras a pie. El entreno de larga distancia estará enfocado a otras cosas y aunque haga entrenos de calidad, veo muy difícil mejorar mis tiempos en 10, 21 o 42 km .
En cuanto a los entrenos, como decía, empezaré hoy con una sesión de natación. Estas dos semanas de descanso creo que me han venido bien para desconectar, recuperarme bien y para echar de menos el deporte. Buena señal. Esta será la tercera temporada que contaré con Òscar como entrenador. Nos conocemos cada día mejor y estoy convencido que aún puedo mejorar mucho con sus entrenos. Creo que quien más tiene que poner de su parte soy yo, así que tocará “currar” como nunca. Tengo una cuenta pendiente con la bici y espero saldarla esta temporada y dar ese tan ansiado paso adelante.
Y por último, en cuanto a la alimentación, sigo en la misma línea (llevo tres años como vegetariano y cada día estoy más convencido y más feliz de mi decisión) y, por llamarlo de alguna manera, me estoy acercando a una dieta “veggie paleo”, evitando en la medida de lo posible azúcares y granos refinados. Durante unos días estuve valorando la posibilidad de suprimir todo el glúten de mi dieta, pero de momento sólo lo voy a limitar ya que tampoco siento que me vaya mal, al menos aparentemente. Además, soy un “enamorado” de la avena y quizás me costaría bastante dejarla. Lo que sí haré es darle más importancia a otros cereales o pseudocereales como la quinoa, el amaranto, el mijo o el trigo sarraceno, libres de glúten. Aunque vaya un poco por libre y no cuente con la ayuda de ningún nutricionista que revise mi alimentación, en estas semanas de descanso me he diseñado una tabla con el menú semanal que espero que me ayude a conseguir todos los nutrientes que necesito para llevar a cabo mis entrenamientos sin problemas y, además, me evite tener que pensar qué comer cada día. Creo que es bastante equilibrada y, en todo caso, seguro que mejora lo que hacía hasta ahora.
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