Como en la última entrada comenté que llevo unos días notándome algo pesado, ayer decidí comprar una nueva báscula de baño (una Taurus Munich) para, desde ya, volver a controlarme el peso a diario. Hasta hace unos meses llevaba un seguimiento bastante bueno pero la última báscula que tuve no era demasiado de fiar ya que, además de llegar a decirme que pesaba 64 kilos (totalmente falso!!!) daba valores diferentes cada vez que te subías sin importarle si sólo habían pasado 10 segundos desde la última vez.
Vaya por delante que el tema del peso no me obsesiona, ni me preocupa, pero a menos de un mes para el half de Calella todo lo que pueda perder y afinar será bienvenido. Además, seguro que las rodillas lo agradecerán. El tema está en que esta mañana he empezado con el control y a día de hoy peso 68,9 kg. No es un mal dato porque siempre estoy entorno a los 68, pero creo que tengo bastante margen de mejora.
El objetivo, a corto plazo, es bajar un par (o tres) de kilos y quedarme alrededor de los 66. No será fácil, y menos hacerlo en menos de un mes, pero de momento este mes de mayo voy a intentar privarme de todo lo que sé que no es bueno. Como bien (y de todo) pero quizás me paso un poco con las cantidades y peco con los dulces: chocolate, galletas, helados,... Supongo que mi peso no varía de forma importante porque quemo mucho pero soy consciente de que tanto azúcar no es bueno, así que tocará controlarse y dejar los caprichos para más adelante.
Así las cosas y a partir de ahora toda la fuerza de voluntad y la constancia que tengo para salir a entrenar a diario, habrá que aplicarla también en la mesa, y por muy hambriento que llegue después de un entreno habrán una serie de alimentos "prohibidos", por lo menos hasta el mes que viene. Veremos como va esta lucha que empieza hoy...
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