Antes de nada, quiero decir que escribir esta entrada me hace una especial ilusión por lo que significa para mí. Y es que, como dije hace unos días, este sábado tengo previsto enfrentarme a un nuevo reto deportivo (por llamarlo de alguna manera) y, de paso y dándole un tono más romántico, cumplir un sueño. A muchos os parecerá una tontería o un entrenamiento largo sin más, pero para mí significa mucho. El reto simplemente consiste en ir en bicicleta desde mi casa (en Tarragona) hasta un pequeño pueblo situado ya en la provincia de Castellón que se llama Herbés, dentro del Parque Natural dels Ports, donde mis padres tienen a unos 5 kilómetros una bonita masía (situada en el T.M. de Castell de Cabres, el municipio con menos habitantes de toda la Comunidad Valenciana) heredada de mi abuelo.
Empecemos con la parte emocional del reto. Como he dicho antes, me hace especial ilusión por varias cosas. La primera de ellas es que me encanta ese lugar, aislado de todo, lejos de la ciudad, de las aglomeraciones, del tráfico, del ruido... A veces es bueno (y sano) para nosotros, tan acostumbrados a la ciudad, cambiar de aires, desconectar y encontrar algo de paz. En los últimos años apenas habré ido cuatro o cinco veces y siempre me resulta muy agradable volver.
La segunda de las razones por la que tengo tanta ilusión de hacer ese recorrido es porque prácticamente puedo decir que fue aquí donde empezó, hace ya muchos años, una especial relación con la bicicleta. Fue en el 1997, con dieciséis años, cuando con mi primera Mountain Bike del por aquel entonces PRYCA, empecé a hacer salidas por las carreteras y caminos de los alrededores. Más allá del tema deportivo, que siempre me ha gustado, en mis paseos en bici encontraba tranquilidad y bienestar. Siempre salía solo y eran momentos de calma, de reflexión y de libertad que me hacían terminar las excursiones y regresar a casa con una sensación muy agradable. Como ahora, también me planteaba retos y siempre pensaba en llegar un poco más lejos que el día anterior, aunque sin ningún tipo de presión por ir a un ritmo o a otro. Eran salidas de cómo máximo 65 km y a una media de como mucho 20 km/h pero yo tenía la sensación que realizaba proezas. Subía puertos (en especial el de Torremiró, de unos 1.250 msnm) con una bicicleta muy sencilla, sin pedales automáticos ni casco, sin ropa adecuada, sin cámaras de recambio, sin bebida isotónica (incluso sin bebida) ni barritas energéticas, no llevaba móvil ni gps y hasta me ponía el walkman e iba escuchando música (vaya inconsciente)... Visto con perspectiva, realmente creo que me la jugaba pero son cosas en las que en su día no pensaba. El caso es que me pasaba tardes enteras así y muchas veces me dio por soñar con la posibilidad de hacer el recorrido que me estoy planteando hacer el sábado. En aquella época era impensable. No tenía ni la preparación física que tengo ahora ni los medios para intentar hacerlo con garantías, pero hoy la cosa ha cambiado. Hoy creo que estoy en condiciones de hacerlo sin excesivas dificultades y aunque pretendo hacerlo en el menor tiempo posible, lo que realmente espero de esta experiencia es disfrutar como nunca sobre la bicicleta y sentir que poco a poco voy consiguiendo aquellas pequeñas cosas o retos que un día me propuse y a la vez parecían tan alejados de la realidad.
La segunda de las razones por la que tengo tanta ilusión de hacer ese recorrido es porque prácticamente puedo decir que fue aquí donde empezó, hace ya muchos años, una especial relación con la bicicleta. Fue en el 1997, con dieciséis años, cuando con mi primera Mountain Bike del por aquel entonces PRYCA, empecé a hacer salidas por las carreteras y caminos de los alrededores. Más allá del tema deportivo, que siempre me ha gustado, en mis paseos en bici encontraba tranquilidad y bienestar. Siempre salía solo y eran momentos de calma, de reflexión y de libertad que me hacían terminar las excursiones y regresar a casa con una sensación muy agradable. Como ahora, también me planteaba retos y siempre pensaba en llegar un poco más lejos que el día anterior, aunque sin ningún tipo de presión por ir a un ritmo o a otro. Eran salidas de cómo máximo 65 km y a una media de como mucho 20 km/h pero yo tenía la sensación que realizaba proezas. Subía puertos (en especial el de Torremiró, de unos 1.250 msnm) con una bicicleta muy sencilla, sin pedales automáticos ni casco, sin ropa adecuada, sin cámaras de recambio, sin bebida isotónica (incluso sin bebida) ni barritas energéticas, no llevaba móvil ni gps y hasta me ponía el walkman e iba escuchando música (vaya inconsciente)... Visto con perspectiva, realmente creo que me la jugaba pero son cosas en las que en su día no pensaba. El caso es que me pasaba tardes enteras así y muchas veces me dio por soñar con la posibilidad de hacer el recorrido que me estoy planteando hacer el sábado. En aquella época era impensable. No tenía ni la preparación física que tengo ahora ni los medios para intentar hacerlo con garantías, pero hoy la cosa ha cambiado. Hoy creo que estoy en condiciones de hacerlo sin excesivas dificultades y aunque pretendo hacerlo en el menor tiempo posible, lo que realmente espero de esta experiencia es disfrutar como nunca sobre la bicicleta y sentir que poco a poco voy consiguiendo aquellas pequeñas cosas o retos que un día me propuse y a la vez parecían tan alejados de la realidad.
Vamos ahora con la parte técnica. El otro día cree el trayecto que tengo pensado hacer con la herramienta de Garmin Connect y en principio me salen unos 163 km. Hasta ahí bien. La distancia no es exagerada si tenemos en cuenta que he hecho entrenamientos de unos 140 km en varias ocasiones y los he terminado en buenas condiciones. La principal dificultad del recorrido es que en su mayor parte es de subida. Herbés se encuentra a unos 760 msnm y yo salgo prácticamente al nivel del mar. Al no hacer ida y vuelta, subiré mucho más que bajaré y eso al final me restará velocidad, veremos cuanta. Dejo dos imágenes con el recorrido y el perfil altimétrico:
Sant Salvador - Constantí - Reus - Riudecols - Falset - Mora d'Ebre - Gandesa - Calaceite - Cretas - Valderrobres - Fuentespalda - Peñarroya de Tastavins - Herbés.
Analizando el perfil, la impresión es que será duro. Empezaré con la subida a Falset para luego bajar a Móra d'Ebre. Ya a partir del km 65, quitando alguna pequeña tregua, será prácticamente subida continua, aunque creo que sin pendientes demasiado duras. Calculo salir a las 7h de la mañana y estar unas seis horas pedaleando.
Pues hasta aquí la presentación de este nuevo reto o aventura, da lo mismo el nombre. La cuestión será realizar un entreno largo (nunca antes he hecho tantos kilómetros en bici), ponerme a prueba y sobre todo pasarlo bien y disfrutar. Espero poder hacer alguna que otra foto durante el camino y la semana que viene escribir una pequeña crónica de la experiencia.
A disfrutar-ho, espero la crònica. Els reptes personlas són els millors, preparar i haver de pensar en cada detall, permet gaudir-ho molt abans de començar. Molta sort, tot i que no et farà falta, segur que ho aconsegueixes!!
ResponderEliminarMoltes gràcies pel comentari i pels ànims Quim. La veritat és que tens raó. Més enllà del repte en si, els dies anteriors amb la preparació de tot allò necessari per aconseguir-ho ja ho comences a gaudir. Ja explicaré com va l'experiència...
ResponderEliminarEspero que disfrutes mucho de la ruta. Me alegro mucho de que puedas disfrutar de algo que te hace tanta ilusión y que después de tantas ganas que tenías, por fín puedas realizarla. Se que lo harás sin ningún problema. Mucha suerte y ánimo, pero sobre todo, olvidate de todo y disfrútala!!.
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