Esta semana podría definirse como atípica, o más bien como rara. Mi entrenador me preparó unos días bastante tranquilos para recuperarme de las más de 15 horas que entrené la semana pasada pero yo, que me siento bien y con muchas ganas de entrenar, no me pude resistir y, lo reconozco, no le hice demasiado caso al plan dispuesto. No sé si corro el riesgo de que esto luego me pase factura, pero lo acepto y lo asumo, aunque haciendo caso a las sensaciones que tengo, no parece probable. Luego el cuerpo es una incógnita y puede reaccionar de forma no deseada, pero seamos positivos. El caso es que en estos últimos días me han salido un total de 14h41’ de entrenamiento, aunque para nada comparables a las de la semana pasada. Veamos las diferencias.
Para empezar, sólo he corrido dos ratos que en total no suman ni 10 kilómetros (la semana pasada hice casi 50). En eso sí he sido bastante obediente y como soy consciente que la carrera a pie, de momento, es lo que mejor llevo, he preferido no forzar más de la cuenta. A estas alturas poco mejoraré corriendo así que en ese sentido, mejor reservarse un poco. Eso sí, esta semana vuelta a la carga!
En el apartado bici, un par de salidas. La primera un poco más larga de lo previsto (de casi 2 horas) y una segunda de casi 4 horas que me saqué de la manga con la excusa de probar la bici después de llevarla a reparar a Mataró. Fueron algo más de 150 km contra los casi 300 de la semana pasada.
Y en cuanto a la natación, semana de récord. He aprovechado estos días para nadar muchísimo, he hecho series de velocidad, he trabajado la técnica... En total han sido seis sesiones y 13.700 metros nadados. Lo mejor de todo es que he terminado con buenas sensaciones y hasta con ganas de más. Buena señal. Ahora sólo falta notar, aunque sea a la larga, las mejoras que espero en este sentido.
Y el resto del tiempo lo he invertido en volver al gimnasio. Después de varias semanas sin hacer gran cosa, en esta he ido tres días a hacer un poco de elíptica (sin apenas esfuerzo, sólo como calentamiento), pesas y muchos abdominales y lumbares.
Vamos con el resumen de la semana:
Lunes.- 22’58” de rodaje a pie para 5,05 km a ritmo de 4’33”/km. No salí muy tarde y pasé mucho calor. La verdad es que así tampoco se disfruta demasiado corriendo. A ver si termina pronto el verano... Después, 3.100 m de natación haciendo sobre todo muchos ejercicios de técnica en 1h07’52”.
Martes.- 25’ de elíptica + 50’ de gimnasio. Después, 2.000 m de natación en 42’36” trabajando también la técnica.
Miércoles.- Salida en bici de 1h54’37” para hacer 57,14 km. Terminé con 1.200 m acumulados y una velocidad media de 29,9 km/h. Después, 1.500 m de natación en 29’33”.
Jueves.- Descanso que aproveché para ir a SBR Store en Mataró a llevar la bici y que me la repararan después de llevar varias semanas con el cambio estropeado.
Viernes.- 30’ de elíptica + 45’ de gimnasio. Para terminar, 2.500 m de natación en 52’11”.
Sábado.- Por la mañana, rodaje a pie suave por la arena de la playa. Sólo fueron 20’16” para hacer 4,51 km (ritmo medio de 4’29”/km). Después, 2.400 m de natación en 47’51”.
Por la tarde, vuelta al gimnasio para hacer 20’ más de elíptica + 35’ de gimnasio y terminar con 2.200 m más de natación en 51’06”.
Domingo.- Con mono de bici y con la intención de probarla, salida de 3h47’22” para hacer 109,32 km (a 28,8 km/h de media). Subí a Prades (por Mont-ral) y llegué arriba con una buena media de 23,3 km/h. La vuelta, por Cornudella y bajando el Coll d’Alforja, la hice a una media de 35,2 km/h. Disfruté mucho del recorrido y me sentí especialmente bien a partir de Alforja. Acabé con un desnivel acumulado de más de 3.300 metros.
Pues nada, ya ha empezado la cuenta atrás. Berga se encuentra a sólo tres semanas y de momento todo está muy bien. Esta semana que entra promete ser movidita y seguramente superaré de bastante las 15 horas de entrenamiento. Esperemos que a estas alturas ya nada se tuerza porque cualquier detalle podría poner en peligro toda la preparación.
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